sábado, 29 de mayo de 2010

La nostalgia es un sentimiento dulce que se apega al corazón sin una razón hábil. Las miradas que realizamos al pasado tienen mucho que ver con un sentimiento de hogar perdido que todos portamos. ¿Qué razón hay para no falsear la memoria, si es lo que hacemos con los recuerdos? Qué importancia tiene, si nuestro pasado siempre es mejor mirarlo con una cadencia de domingo soleado. ¿No es mejor continuar con ese sentimiento común con el que se construye la nación? Para qué removernos en los asientos, ¿no es mejor que las lagrimas curen nuestro desasosiego?

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